¿Puedo perder peso con la alimentación intuitiva?

“¿Y si quiero bajar de peso pero también comer intuitivamente?”

Me hacen estas preguntas todo el tiempo.

Y lo entiendo. De verdad.

Vivimos en una sociedad que nos vende la pérdida de peso como la solución para todo: sentirnos aceptadas, estar sanas, encajar, ser felices. Desde el médico hasta las redes sociales, pasando por revistas o amistades con buena intención, todo el mundo repite el mismo mensaje: cuanto menos peso, mejor. Como si adelgazar fuera la respuesta mágica para cualquier problema.

¿Quieres ser más feliz? Baja de peso.

¿Tener éxito? Baja de peso.

¿Sentirte sana? Lo mismo.

Nos han enseñado que el valor personal depende del tamaño del cuerpo, que el control es sinónimo de éxito, y que hay que ignorar el hambre. Así que nos pasamos la vida contando, controlando, evitando, celebrando cuando la báscula baja y sintiéndonos fatal cuando sube.

Por eso es lógico que, al empezar con la alimentación intuitiva, alguien se pregunte:

¿Puedo perder peso con la alimentación intuitiva?

Antes de responder, te explico brevemente qué es la alimentación intuitiva (aquí puedes leer más en profundidad si te interesa).

¿Qué es la alimentación intuitiva?

Es un enfoque no basado en dietas que te ayuda a reconectar con tus señales de hambre y saciedad, salir del bucle dieta-atracón, y mejorar tu relación con la comida. Sin prohibiciones, sin culpa, sin contar calorías.

Imagina un mundo donde la comida no es el enemigo. Donde comer no significa restricción, control ni castigo. Alimentarte con intuición es aprender a escuchar tu cuerpo, confiar en él, y cuidar de ti desde otro lugar.

¿Se puede perder peso con la alimentación intuitiva?

La realidad es que la alimentación intuitiva no tiene como objetivo la pérdida de peso. No porque tu cuerpo no importe, sino porque importa demasiado como para reducirlo a un número.

Este enfoque va de sanar.

De hacer las paces con la comida.

De reconstruir la confianza en ti misma.

De encontrar libertad, en vez de vivir con miedo.

Y cuando dejas de luchar contra tu cuerpo y empiezas a escucharlo, pueden pasar tres cosas:

• Tu peso puede bajar.

• Tu peso puede mantenerse.

• Tu peso puede subir.

Sé que esta última parte puede dar miedo. Pero escúchame: tu cuerpo siempre está intentando protegerte.Años de dietas, restricciones y culpa alrededor de la comida pueden haberlo dejado en modo supervivencia.La alimentación intuitiva le permite soltar esa tensión y encontrar su peso natural, sin lucha.

Mi historia

Yo también estuve ahí. Pasé años persiguiendo “la forma perfecta de comer”. Salté de una dieta a otra, contaba calorías, evitaba ciertos alimentos, seguía pautas “limpias” (incluso tenía un blog de recetas paleo que acabé vendiendo). Pero por mucho que lo intentara, nunca me sentía en paz.

Cuando descubrí la alimentación intuitiva, no fue fácil. Soltar el control daba miedo. Pero poco a poco empecé a escuchar a mi cuerpo, a respetar el hambre, a comer cosas que antes me daban miedo (hola pizza!), y a confiar en que mi cuerpo sabía lo que hacía.

Eliminé MyFitnessPal, dejé de hacer fotos de “antes y después”, y empecé a medir el progreso en libertad:

Salir a cenar sin ansiedad.

Comer tarta de cumpleaños sin culpa.

Cuidarme sin miedo.

Mi cuerpo se estabilizó donde tenía que estar. Pero lo más importante: mi mente también.

La verdadera pregunta que podrías hacerte

Tal vez la pregunta no sea “¿Puedo perder peso comiendo intuitivamente?”, sino:

“¿Cómo se sentiría dejar de pelear con mi cuerpo y empezar a confiar en él?”

Porque esto no va de rendirse.

Va de volver a ti.

De recuperar tu voz.

De vivir sin miedo a la comida.

De volver a sentirte en casa en tu cuerpo.

Y eso… eso no te lo da ninguna dieta.